Hasta no hace mucho tiempo las empresas se preocupaban principalmente por su servidor de datos, servidor de archivos, servidor de correo inclusive. Sin embargo, aunque se siguen utilizando aplicaciones locales, cada vez más herramientas de trabajo y sistemas de gestión de todo tipo se encuentran «en la nube», en internet. Aplicaciones de comunicación como redes sociales, correo electrónico, foros e inclusive de voz sobre ip, todos dependen mayormente de una buena conexión a internet. Suele ser más seguro y permite una mejor distribución del trabajo que las aplicaciones locales.
Por eso, el desafío para las empresas es encontrar el modo de que la conexión a internet compartida por quienes trabajan en ella sea estable, eficiente, bien distribuida y bien controlada. Sus sistemas y sus comunicaciones dependen cada vez más de esa conectividad. Aún potentes conexiones de fibra óptica no aseguran un buen servicio si no está bien distribuido entre quienes lo utilizan intensivamente, ni hablar las conexiones adsl, de cable o inalámbricas.
En las empresas pueden aprovechar todas las ventajas de Sislander, las funciones de control y optimización, la posibilidad de tener copias locales sincronizadas de sitios web y, además, incrementar la seguridad con su firewall incorporado, que con su configuración genérica ha probado ser eficiente y suficiente frente a la mayoría de las amenazas existentes.
Todo esto lo pueden implementar los mismos asesores técnicos habituales de la empresa o contratar asesoramiento especial en caso de proyectos de mayor envergadura. Y si el personal técnico tiene conocimientos medianos en linux, rápidamente puede transformar Sislander en, además, un servidor de archivos, de multimedia y de sistemas web internos.